martes, 23 de febrero de 2010

Quietud


Donde tus ojos no alcanzan la mirada perdida de tu egocentrismo. Muestrame el camino de la sabiduría, la hipocresía y el destripado olor de tus tripas. He aquí, en el recurso, pergamino sin igual, anhelas libertad. No, anheles tu humildad. Sorpréndete con todo un progreso, un inicio, tu inicio, una sonrisa. Despierta alegre, mira al balcón de tu casa y si no tienes balcón, mira através del cielo, las nubes, las tormentas y las borrascas. Entonces, empieza el deslizamiento mental. El estado progenitor de todo tu adn, está ahí, en el deslizamiento mental, conocido por unos, idolatrado por otros. Que causa tan injustamente, esta sensación, tan extraña... Con los años, y analizando toda actividad, te das cuenta de tantas necedades, anti-altruista, regocigadamente inquietantes. QUIETUD, es lo que tengo en mi cabeza.

Quietud, de mantenerte sereno, ajeno a cualquier tipo de influencia, influencias buenas, malas, nocivas, agresivas e incluso asesinas. Telas asfáltica húmedas, llenas de ácido clohoridrico, que te harán espetar en lluvia de agua, extraidas de tu ojo clínico. No quieras conocer el principio de un final añadido. Ahora, tengo ganas de explotar, reventar e incontrolar, todo mi conocimiento. Conocimiento que quiero compartir contigo amigo. Si no entiendes lo que escribo, no eres tan listo como crees y si por el contrario lo entiendes, eres más tonto de lo que crees y si no compartes mi escritura, me da igual, pues realmente lo que me interesa es verte sonréir, como seguramente lo estás haciendo ahora. Sonríe hombre o mujer, sonríe niño o serpiente. Deja que tu deslizamiento mental ejecute la presión de tu vena sanguínea. Bestia asesina, la tuya o la mía. He aquí, amigo, la QUIETUD del último día.

1 comentario:

  1. No he entendido nada. ¿¿Qué **** haces escribiendo cuando hay olas??

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