domingo, 4 de abril de 2010

Aquel Hombre


Aquel hombre recorrió cientos y miles de quilómetros para llegar a su destino. Guardó plantas, generó riquezas, recogió penurias, se arrastró sombrío por los pueblos más desahabitados, se curtió... Pero aquel hombre desconocía lo que se le avecinaba. Empezó a creerse más allá de las personas y comenzó su alejamiento progresivo de los seres humanos. Allí, rodeado de una gran mansión, observaba el mundo y se creía poderoso. Sí tenía dinero, tenía poder, influencia... Del hombre que recorrió miles y miles de kilómetros sólo quedaba una pequeña chispa. Esta chispa, sólo se le aparecía en sueños, despertándose sudoroso... La vanidad comenzó hacerse insoportable y empezó con las drogas, necesitaba aislarse, sus familiares ya no se relacionaban con él y las personas que estaban a su alrededor eran de dudosa confianza. Hasta que un día despertó junto a un container de basura, con las ropas rotas, sin saber donde estaba. Aquel hombre se levantó, recogió su alma y entonces... Volvió al camino, dejó todo y aquel hombre empezó a recorrer miles y miles de quilómetros.

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