Examinando videos que me han pasado de surf, he llegado a comprender el lado perverso del mundo marketing. La pregunta del millón ¿el marketing del surf ayuda realmente al mundo del surf profesional?, puede que si, puede que no, la verdad que no tengo ni puñetera idea. Esos videos pueden llegar a ser instructivos-educativos en las ejecuciones de las maniobras... para algunos... para otros es el inicio del síndrome: "Quiero hacer esa maniobra...", "Quiero coger esas olas...", "Quiero ser un pro... ejem...ejem...".
Cuando llegas a tu playa local o cualquier otra playa, comienza el espectáculo todos intentando esa maniobra de la ostia que nos haga flipar... Unos con más éxito que otros... Hasta que llega el cachondo de turno y me susurra en el oido:" En la playstation surfean mejor que aquí...". El estado mental que disponemos ilusionario o visionario nos puede limitar o nos puede liberar. Si dejamos de aplicar los sentimientos ejecutaremos posiblemente el surf propio. Obsesionado hasta la extenuación por tener un surf propio, lejos de todas esas maniobras, sólo quiero experimentar, inventarme cosas... Pruebas extrañas modalidades, dejas de comprar revistas de surf, dejas de ver videos y nace el surf de verdad, el tuyo propio, porque tengo que ceñirme a lo que hacen los demás. Vamos más allá: Proclama tu propio estilo, sea incorrecto, correcto o defectuoso. La sensación la llevas dentro, lo que digan los demás está de más y el olor del parafina, el cansancio después de una sesión, el surfear hoy para poder seguir surfeando mañana. ¿Porque surfeas?, surfeo porque me sale de dentro hacia fuera. Vale. Yo surfeo porque lo vivo por fuera y lo sintetizo por dentro, además el baloncesto, el fútbol no me motiva. Vale... Surfeo porque quiero surfear... Vale. Todo vale. Todo vale. Y si no vale me da igual. Simplemente me deslizo.
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