viernes, 26 de septiembre de 2014

El ritmo del surf, es el ritmo del infierno.







 ¿A qué velocidad viaja el mar?, no lo se, su velocidad es la punta de mi descontrol, cuanta más velocidad ejecuta más descontrol me genera. Generación de miedos locos, de acidez inexpresiva en tu rostro angelical.

Demonios atropellando a los percebes recién llegados, como una calavera llena de fuego, en el punto de mira de su ira incontrolable. Agachad vuestra cabeza, os voy a contar un descontrol que se llama "la sangre corre a la velocidad de la sal del mar".

Dejadme que descontrole, que mi velocidad os genere la mediocridad de la que todos somo participes. Créis que sois los mejores del universo, pero las estrellas os dirigen a vuestro destino más odioso.

Participamos en la solidaridad del prójimo (que pase el próximo h.p., que lo vamos a reventar).

Queréis radicalidad, queréis a v.p.m. vestida de azul celeste, queréis que os arranque un diente y lo muestre al universo para que lo retuerza en su excentricidad más delirante.

La sal del mar viaja a la misma velocidad que los glóbulos rojos en la sangre.

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